Detección de patologías psíquicas y físicas en la escritura manuscrita
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SIMBOLISMO DEL ESPACIO:

EL CUADRANTE INFERIOR IZQUIERDO

(Concepto de ptosis/ psicosis)

 

María del Carmen Doyharzábal

 

Copyright © María del Carmen Doyharzábal. Todos los derechos reservados.

Prohibida su reproducción sin autorización expresa.

 

 

“…escribir conscientemente, es dibujar inconscientemente…

…el que escribe confecciona su autorretrato”

Max Pulver

 

Para quien escribe, la hoja en blanco representa de manera simbólica su espacio vital, es decir, todo lo que tiene a su disposición en la vida, el medio ambiente en el que se desarrolla su existencia.

 

En este espacio sus gestos gráficos se ubican y desarrollan en tres estratos o esferas (superior, media  e inferior), penetra en una tercera dimensión (presión) y se desarrolla en cuatro direcciones cardinales.

 

Cada letra del alfabeto ocupa una parte central y de acuerdo a sus diferentes conformaciones puede, a su vez,  además de la zona media, utilizar la zona superior, inferior o ambas.

 

 

La escritura se desarrolla sobre una línea real o ideal. Esta  línea, que representa el límite entre “arriba y abajo, el horizonte” donde se asienta el cuerpo de letra, constituye el límite con el inconsciente  (censura).

 

 

 

 

Simbolismo del campo gráfico

 

Es a través de estos conceptos que, en 1931, el psicólogo suizo Dr. Max Pulver (1889 - 1952), en “Symbolik der Handschrift”, integra los principios del simbolismo con el espacio gráfico.

Para su interpretación divide el campo gráfico con una línea  horizontal  que delimita una zona superior y otra inferior (el límite entre lo de arriba y lo de abajo); y una línea vertical que separa la zona derecha de la izquierda.

 

En el punto de convergencia de ambas (sin extensión, ni dirección) se ubica el Yo (es a partir de este cruce que la escritura occidental se desarrolla, dirigiéndose de izquierda hacia  derecha).

 

 

Estos diferentes vectores, que tanto son aplicables a la página y a las palabras, como a cada letra o gesto gráfico, delimitan diferentes zonas (central, superior, inferior, izquierda, derecha) que reflejan los instintos, tendencias o necesidades del escritor de acuerdo a la ubicación y sentido de sus movimientos.

 

  • ZONA CENTRAL: El Yo. El presente.  Las realizaciones prácticas lo inmediato. El autocontrol.

  • ZONA SUPERIOR: Consciente. Zona del idealismo. Actividad psíquica y mental (sublimaciones). Lo digno. Exaltación. Intelectualidad. Misticismo. Religión. Espiritualidad. Ambición. 

  • ZONA INFERIOR: Inconsciente. Los instintos. Lo biológico. Lo práctico. Sexualidad. Lo libidinoso. Lo corporal. Excitación. Motricidad. Necesidades orgánicas. Tendencias materiales. Realidad.

  • ZONA IZQUIERDA: Introversión. El pasado. La madre (atracción o preferencia hacia la madre). La represión. La inhibición. El temor. Pasividad. Egocentrismo. Narcisismo. Rechazo. Desconfianza.

  • ZONA DERECHA: Extraversión. Expansión. El porvenir. El mundo exterior. El padre (atracción hacia el padre). Actividad. Sociabilidad. Altruismo.  Audacia. Desinterés. Dinamismo. Ambición. Sadismo.

 

Simbólicamente, a su vez, estas diferentes zonas se encuentran asociadas con los siguientes conceptos:

 

  • Zona superior: El consciente. El Súper Yo.  La función Pensar

  • Zona inferior: El inconsciente. El Ello. La función Sentir.

  • Zona izquierda: La introversión. La función Percibir.

  • Zona derecha: La extraversión. La función Intuir.

  • Zona central: El Yo – Principio de realidad.

 

 

 

 

Los cuadrantes / el cuadrante inferior izquierdo

 

La cruz que conforman los diferentes vectores, delimitan en el espacio gráfico cuatro cuadrantes: dos cuadrantes superiores (izquierdo – derecho) y dos cuadrantes  inferiores (izquierdo - derecho).

 

 

El cuadrante inferior izquierdo,  es una zona regresiva de contacto con la realidad. Es el cuadrante donde se ubican las fijaciones al pasado que pueden interferir en el funcionamiento actual del sujeto y se instalan aquellas personalidades que poseen una predisposición neurótica acentuada  o psicótica.

 

De ahí que dentro de éste cuadrante se encuadren dos posiciones: la ptosis y la obsesión.

 

 

El término ptosis, asignado a tal lugar gráfico, alude al concepto de caída – descenso. Sin embargo,  para entender el porqué ptosis se asocia al concepto de psicosis, es necesario comprender en principio las pulsiones de vida  y muerte.

 

Cuando hacemos alusión a las pulsiones o a su energía, nos referimos a estímulos endógenos y exógenos, señales, excitaciones, deseos, necesidades, afectos y emociones, transmisiones e impulsos, originados en el instinto.

 

Ya conocemos desde el psicoanálisis de Freud el instinto como concepto limítrofe entre lo mental y lo somático, y que existen en un sujeto potenciales energéticos que bien pueden defenderlo o destruirlo – de ahí que nos referimos al instinto de muerte.

 

Ptosis alude entonces, al concepto de caída / descenso. Y caída / descenso / degradación / menoscabo, son sólo partes del eje al que se ha reducido la palabra “declinación”. 

 

Es necesario tener presente que en psicología/psicoanálisis se habla de “declinación del padre”, y que cuando se habla de declinación del padre no se trata de una persona, sino de una función (declinación de la función del padre).  Y que esta función se entiende tal como lo expresa el Lic. E. Motta, “…como esquema formal que ordena la serie de posibilidades articulatorias entre significantes en lo inconsciente, para dar lugar a la instauración del orden fálico, y aparte de la regulación del goce”.

 

 Si el goce no está regulado por la castración, el vínculo con los otros y la realidad no pueden sostenerse y entonces el sujeto no tiene nada para protegerse de lo real. Es decir, la caída del imago del padre (del nombre del padre), es la causa de la psicosis.

De ahí, que parte de esta zona que se señala como ptosis (caída/descenso /declinación), queda signada como zona de  psicosis.

 

Ésta ubicación precisa  se corresponde con la zona inconsciente de las tendencias biológicas pasivas que quedan bajo el dominio de la sensación y el sentimiento.

Como esta zona inferior izquierda se encuentra comprendida entre el vector inferior que corresponde al sentir y al izquierdo que corresponde al percibir, todo ese cuadrante inferior izquierdo corresponde al denominado sentir percipiente.

 

 

Y es precisamente la psicosis una enfermedad que se caracteriza por la afectación de las funciones mentales; y dentro de las psicosis  encontramos la esquizofrenia en la cual la principal afectación es la alteración de las funciones sensoperceptivas y del pensamiento. 

 

La pregunta sería entonces ¿por qué en ese cuadrante, la zona ocupada por la ptosis/psicosis se encuentra ubicada más abajo, cercana  al vector inferior y más cercana al vector izquierdo  - hacia arriba -  se encuentra ubicada la obsesión?

 

 

La explicación es sencilla.

 

En estados normales,  un sujeto mediante el uso de la sensopercepción (la percepción consiste en interpretar la sensación) capta y recibe información del mundo que lo rodea. Percibe la realidad elaborando la información que recibe, aceptando y rechazando  ciertos aspectos de ésta de acuerdo a sus experiencias, motivaciones y necesidades.

 

En la neurosis, a pesar de que en una primera instancia en acatamiento de la realidad la “moción pulsionar originaria” es reprimida, en una segunda instancia surge el fracaso de la represión y el retorno de lo reprimido. Pero tal como expresa Freud: “la neurosis no desmiente la realidad, se limita a no querer saber nada de ella”

 

Sin embargo, en la psicosis el Yo es arrancado de la realidad.  Ésta es desmentida y sustituida mediante la creación de una nueva realidad que es puesta al servicio del Ello.

 

A diferencia de la neurosis, la psicosis no reconoce la diferencia entre la realidad y las experiencias subjetivas,  y la realidad es sustituida con el delirio o las alucinaciones.

En la psicosis, esta pérdida del juicio de realidad y de las fronteras del Ego se presenta con diferentes síntomas que implican disfunciones cognitivas y emocionales, incluyendo, entre otras,  las de la percepción y el pensamiento.

 

De  ahí que la psicosis se encuentre  - dentro de los cuadrantes - ubicada en la zona inconsciente de las tendencias biológicas pasivas dominadas por el sentimiento y la sensación. En esa zona regresiva de la realidad, donde el vínculo con los otros y la realidad no pueden sostenerse. En forma más alejada de la línea del Principio de la realidad y más cercana a la zona del sentir / lo inconsciente. Más cercana al poder del Ello, que no se deja dominar por la realidad y la sustituye.

 

 

Bibliografía:

  • Vels, Augusto – Grafología estructural y dinámica – Ed. Herder – 1997. 2edición.

  • ·Vels, Augusto – Grafología de la “A” a la “Z” – Ed. Herder – 2000.

  • Vels, Augusto – Escritura y personalidad – Ed. Herder.

  • Pulver, Max – El simbolismo en la escritura – Ed. Victoriano Suarez – Madrid – 1953.

  • Motta, Edgardo – Acerca del padre – Artículo, Sociedad Argentina de Psicopatología.

  • Freud, Sigmund – Obras completas – volumen XIV - Trabajos sobre metapsicología. – Ed. Amorrortu. Bs. As.

  • Freud, Sigmund – Obras completas  -  La pérdida de la realidad en la Neurosis y Psicosis -  Amorrortu, Bs. As.

  • Doyharzábal, María del Carmen – Manifestaciones destructivas de la pulsión de muerte en la escritura – Seminarios de grafopatología.

  • Doyharzábal, María del Carmen – La neurosis obsesiva – Seminarios de grafopatología.

  • Doyharzábal, María del Carmen – Identificación gráfica de los trastornos formales del pensamiento – Seminarios de grafopatología.

  • Doyharzábal, María del Carmen – Disfuncionalidad del desarrollo del instinto sexual, de las relaciones objetales, de la funcionalidad psíquica y de la estructura yoica caracterial de acuerdo a las diferentes etapas – Seminarios de grafopatología.

 

 

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